A mucha gente le ha decepcionado su diseño, ya que ha perdido el toque de elegancia británico de los anteriores XK.
Pero si hablamos de su motor, ahí si que cambian las cosas. El V8 4.2 ha sido potenciado con un compresor volumétrico que le permite dar una potencia de 416 CV (más de 100 CV que en el Jaguar XK) y un par motor de 560 Nm. En aceleración, las versiones Coupé y Cabrio andan parejas, con 5,2 segundos en el 0-100 km/h para la primera y una décima más para la segunda. La velocidad máxima estará limitada electrónicamente a 250 km/h.
Los pedidos se podrán hacer a partir de julio, a razón de 94.990 euros para la versión Coupé y 102.990 euros para el Cabrio (precios en Alemania).
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